Después de dos años de investigación, fue capturado Luis Alberto Lugo González, quien intentó quitarle la vida a su expareja sentimental y quien tiene varias denuncias relacionadas con abuso sexual, acoso psicológico y vejámenes continuos y por grado de peligrosidad.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Esto se da en cumplimiento al Plan de Choque ‘Construyendo seguridad’, en su quinta fase, donde la Policía Nacional, con apoyo de la información recaudada por la comunidad, halló el paradero de este hombre en la Vereda Cámbulo, del municipio de Caparrapí.
Desde el 11 de agosto de 2018, día de los hechos, el presunto feminicida siguió a su víctima desde el trabajo hasta su casa, trepando por el techo e invadiendo el inmueble de su expareja; luego la agredió con arma blanca y le provocó 6 heridas en sus órganos vitales.
Este sujeto tenía varias denuncias relacionadas con abuso sexual, acoso psicológico, vejámenes continuos y por grado de peligrosidad, al igual, el hombre mantenía amenazada a la víctima con ocasionarle la muerte. De acuerdo a lo anterior, la Seccional de Fiscalías de Cundinamarca conviertió a este agresor como uno de los 10 más buscados en Cundinamarca.
“Se trata de un maltratador psicológico, físico y violento con problemas de bipolaridad, peligroso y todo el tiempo armado, buscando venganza por una denuncia que interpuso su expareja por un presunto abuso sexual a una menor de edad.”
Fiscal a cargo del caso.
Por medio de la solicitud de la Fiscalía General de la Nación, un juez de control de garantías en Madrid, Cundinamarca, le impuso medida de aseguramiento en el centro carcelario a Luis Alberto Lugo González, por ser el presunto autor del delito de feminicidio agravado en grado de tentativa.
En horas de la mañana, el Departamento de Policía de Cundinamarca informó a la comunidad, por razones de interés general, sobre la captura de este hombre, gracias al suministro de información al personal del Modelo nacional de vigilancia comunitaria por cuadrantes, de la Estación de Policía Caparrapi.
Por. Mayra Muñoz Flórez.