El pasado 27 de julio se restringió el paso en la frontera que conecta a Bosa con Soacha a la altura de Ciudad Verde, dando cumplimiento al período de aislamiento establecido por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, para la localidad séptima de la capital, una de las más afectadas por el número de contagios de Covid-19.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Fueron varios habitantes de este sector del municipio, quienes manifestaron su desacuerdo con el cierre de la frontera y la restricción del paso de vehículos y motocicletas hacia Bogotá, así como la presencia del Ejército y la Policía Militar, pues aunque los automotores no pueden pasar, cientos de personas transitan a pie y en bicicleta cada día, aún sabiendo que esta fue una decisión tomada por la Alcaldía Mayor de Bogotá, quienes adelantan varias acciones en pro de evitar el aumento de contagios, por lo que se vio necesario el control de la movilidad hacía la localidad.
Uniformados que ejercen control en la frontera, manifiestan que las únicas personas que podrán transitar de un lado al otro de este límite, son aquellas cuya labor está contemplada en las excepciones del decreto que rige actualmente a nivel nacional, como también el transporte público.
Por su parte, la Secretaría de Transporte y Movilidad de Cundinamarca anunció que este cierre se realizará hasta el 06 de agosto, misma fecha en la que termina la medida de cuarentena estricta en la localidad de Bosa.
Varios vendedores informales de la zona están inconformes por la medida tomada, pues según manifiestan, sus clientes eran, en su mayoría, de la localidad de Bosa y ahora deben ubicarse en Soacha y esto ha disminuido sus ventas, además, indican que sufren insultos por parte de la policía.
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Por: Alejandra Coral Rodríguez.