Durante décadas, el fútbol femenino colombiano fue relegado a un segundo plano, como si sus talentos y habilidades no merecieran la misma atención.
Las diversas jugadoras del fútbol femenino colombiano han demostrado su talento por encima de las críticas, el machismo, y de cualquiera que intente sabotear su trabajo. Ni hablar de las directivas de la federación y algunos clubes que resultan ser miserables en su apoyo a la Liga Femenina de Colombia.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Durante décadas, el fútbol femenino colombiano fue relegado a un segundo plano, como si sus talentos y habilidades no merecieran la misma atención y oportunidades que los jugadores masculinos. Les negaron espacios deportivos y les cerraron las puertas, impidiendo que las futbolistas colombianas brillaran. Lo que se necesita es más apoyo.
Esta falta de apoyo al fútbol femenino constituyó una barrera en el desarrollo y crecimiento de las jugadoras. Sin infraestructuras adecuadas, el acceso a entrenamientos y competencias de alto nivel se veía seriamente limitado. A pesar de esta realidad, las mujeres futbolistas de Colombia nunca dejaron de luchar y perseverar en su pasión por este deporte.

No podemos guardar silencio con la Federación Colombiana de Fútbol y la Dimayor en la organización de la liga femenina colombiana, no puede ser posible que solo tenga una duración cinco meses. Se deben generar más espacios deportivos adecuados, creando ligas y torneos exclusivos para mujeres, este es un llamado a los clubes deportivos.
Buscar impulsar programas de formación enfocados en el desarrollo de promesas futbolísticas femeninas. Aquí también entra el gobierno nacional y el Ministerio del Deporte.
En múltiples ocasiones ha quedado en evidencia que estas mujeres deben costearse sus propios viáticos para asistir a eventos deportivos, o incluso se encuentran en la encrucijada entre asistir a un entrenamiento o buscar otro trabajo para tener una fuente de ingresos estable que les permita vivir. Esto sucede porque la federación no les proporciona unas garantías.
Pretender seguir pensando que es un deporte exclusivo para hombres es erróneo, por eso necesitamos un cambio de mentalidad, enfocarnos en brindar mejores salarios y condiciones dignas para que existan mejores oportunidades para las futbolistas colombianas en el ámbito profesional.
Sin embargo, quiero destacar el apoyo tan grande que han tenido por parte de los hinchas, y toda la sociedad en general que han visto el esfuerzo para llegar donde están y seguir recorriendo el camino en diferentes escenario, les tocó solas mostrar con su talento, pero eso no ha sido un impedimento, un esfuerzo más que ya tiene empieza a tener frutos.
Les debemos el respeto y el respaldo que merecen, brindándoles oportunidades equitativas, exijamos por ella que sus condiciones mejoren. Pongámonos la camiseta y demostremos que el fútbol femenino también nos une como país.

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