El Ministro de Hacienda designado, José Antonio Ocampo, afirmó este jueves que el impuesto a las bebidas azucaradas, sí irá en la próxima reforma tributaria, además de algunos detalles que se definirán en una próxima reunión con el presidente electo Gustavo Petro, y el equipo económico del gobierno entrante.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!El Colectivo José Alvear Restrepo (Cajar), le solicitó este martes al gobierno del presidente electo Gustavo Petro, y la vicepresidenta electa, Francia Márquez, incluir el impuesto a las bebidas endulzadas, argumentan que este impuesto «busca desestimular el consumo de este dulce veneno que hace mucho daño a los niños, niñas y adolescentes, quienes son los que más toman gaseosas, jugos endulzados y aguas saborizadas en los colegios públicos y privados».
El Cajar ha denunciado que el consumo de productos comestibles o bebibles ultra-procesados, comúnmente conocidos como ‘comida chatarra’, tiene incidencia en el padecimiento de enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, la hipertensión, problemas cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, cuyo tratamiento le cuesta a las finanzas públicas un gasto anual de cerca de 25 billones de pesos.
Ese mismo día, el director de la DIAN, Luis Carlos Reyes, después de haber declarado que el impuesto a las bebidas azucaradas estaba descartado si tocaba el bolsillo de los colombianos de a pie, de esta forma confirmó lo dicho por la Ministra de salud, Carolina Corcho, y aseguró que: “la progresividad del sistema tributario no necesariamente está reñida con la creación de impuestos saludables, ambas son metas que estamos buscando en el proyecto de ley que se radicará el 7 de agosto”.
“Los impuestos a las bebidas azucaradas, además de tener impactos favorables en la salud pública, porque desincentiva el consumo de gaseosas y azúcares, y reduce las enfermedades crónicas no transmisibles, podría ser una opción de recaudo para el sistema de salud colombiano”, afirmó Corcho en el retiro programático que celebró el Pacto Histórico en Medellín la semana pasada.
Esta no es la primera vez que un gobierno aborda la importancia de imponer un impuesto de este tipo con el objetivo mejorar la salud pública, durante el segundo gobierno de Juan Manuel Santos, en 2016, con Alejandro Gaviria como ministro de Salud, se buscó sin éxito la contribución tributaria de este segmento del mercado.
Por: María C. Méndez